sábado, diciembre 30, 2006

Hueco

confuso
tengo nada
ni consigo
perdido
de mí
vivo
con único ingenio de la persona
mente
que ve las palabras
son la única cosa real
apenas un hueco
deseo verdadero
borrar todo
curarme
en alguna parte pertenezco
de la caída
me romperé
enfermo
nunca seré
lejos
nunca me conoceré
hago esto
no logro nada
decir
tan cuales somos yo
borrar todo
curarme
sus palabras son reveladoras
no era esta la manera en que me había imaginado
bajo mi cara
confuso
"Si no llega la palabra
se nubla
el
día" (Extraído de " A la luz del desierto" Autora: Anahí Lazzaroni)

domingo, diciembre 24, 2006

Advenimiento


Apunta al cielo,
el gallo helado de la veleta.
Bruma,
tejiendo con el hielo un manto cristalino.

Plegaron ya sus alas,
duermen los ángeles.
Murmullos de buey y mula con la panza caliente.

Rumor en la ventana frente a mí;
camino sinuoso,
de arena y nieve.
Astillas en las manos,
temerosa ilusión del primer día,
con la mirada resuelta del que no espera nada;
un hombre, un niño,
con sal y azúcar,
Universo en los ojos,
pies en la Tierra.

Dios de los pobres,
del pan y el hambre.
Herencia milenaria
del que será negado.

El hijo de los hombres
afligidos,
desesperados,
perseguidos.

El niño que nace con cicatrices en la frente
y una eterna llaga en el costado.

Se sobresaltan los ángeles dormidos
¿Qué ha sido eso?
Nada, nada, sólo el viento que mueve la veleta.
Partamos, pues, Egipto nos espera.

martes, diciembre 12, 2006

Salamandra y sapo


Porque no pertenecen a este mundo,
parten los siete arcángeles,
ebúrneos gladiadores contra un Atlas que cede moribundo.

Volverán las lluvias, los desiertos ;
el útero terrestre protegerá el secreto
y cambiará de nombre.

Con la aguja de fuego,
remiendos,
hiedra eterna.

Primogénito légamo,
sangrante burla,
de salamandra y sapo,
de hojarasca de fresno,
de muerto colibrí.

Mordisquean las saetas la esfera blanca.
Ingenua,
pluma inservible.

viernes, diciembre 01, 2006

Un pomo de plomo.


¡Que sólo estás Polonio, cuando te enfrentas a los hombres! Discurres en el torrente de sus labios, macerando en un pozo rojizo. Invisible verdugo viajero, en un pomo de plomo quizá. Te repugna tu oficio y sevicia, y maldices de nuevo a mamá. Madame Curie te engendró con científico amor de alambique, y tú se lo pagas así... ¡¡Valiente elemento...cacique!!



Ay, mísero de mi, y ay, infelice!
Apurar, cielos, pretendo
ya que me tratáis así,
¿qué delito cometí
contra vosotros naciendo?
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido."(Extraído de "La vida es sueño" Autor: Pedro Calderón de la Barca)