
Tejes tranquila
panzuda araña
la vieja puerta de celosía.
La aceitera en los goznes,
las viejas manos.
Es la hiedra tirana, dueña y señora del camposanto.
Musgo, mármol y algunos gatos,
sólos estáis.
A golpe de cincel,
terciopelo en los huesos,
sólos estáis.
Recosido el reloj al costillar,
herrajes oxidados,
solos estáis.
Ruinoso tañido en la espadaña.
Sólos estáis.
"Dormi sepolto in un campo di grano
non è la rosa non è il tulipano
che ti fan veglia dall´ombra dei fossi
ma sono mille papaveri rossi." (Extraído de "La guerra de Piero" Original de Fabrizio de André)