martes, octubre 07, 2008

Desazón de Colmillos



La escolopendra anidará en mi cama
con sus patas batientes.
Y la alfombra, con su pelo crecido,
me pide la navaja.
Son mis pulgas infestadas de perros,
desazón de colmillos.
Y mi gato manicura reclama,
bruñiendo el cascabel.

De mi barco, sólo queda ya el áncora;
del violín, pentagrama esparcido;
del licor, la botella vacía.

Y sigo sin beber...desde que un día...

¡Cínica pluma!
quizá unas gotas de alcohol en el tintero.

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