Tiempo,
allá voy.
Navegaré como paloma en el Diluvio,
con las cosas sencillas
y los puntos de fuga al retortero.
Quizá pude decir,
la lluvia,
la hierba,
el tejado,
las hojas.
El esfuerzo final que nadie logra,
la interminable hilera de libros polvorientos.
Quizá derrumbado en la ciudad de los delirios,
de rouge barato y cerveza caliente.
Un viaje espacial sin escafandra.
Llegaré al Adriático con lo puesto,
y en la página amarilla Rimbaud sentenciará:
y en la página amarilla Rimbaud sentenciará:
"Que lejos los pájaros y las fuentes! Tiene que ser el fin del mundo, si avanzamos. "
3 comentarios:
Cada día, cuando me despierto, es mi fin del mundo.
Siempre tan especial.
Saludos.
MAr
Eh, Molloi, que ya toca...
LadyB
Voy a pensar que te has muerto.
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