Rebusco en los bolsillos,
un puñado de jotas, de zetas, de eses sinuosas.
¿Y si cambiara la e por una a?
raro sería que Grecia fuera Gracia,
que reto fuera rato,
que seco fuera saco.
Pero... sigamos con el juego:
Apilemos los apios,
cenemos zanahorias,
tomemos (prestados) los tomates.
Y en el almacén de almendras,
las columnas de letras desfilando.
El desorden se impone en la mañana gris.
Esquivando gorgojos, agradecidos grajos
de pecho ennegrecido picotean las aes y devoran las ges
entre sordos graznidos.
Las diversas realidades mundanas no son sino títeres huecos movidos por el Dios Titiritero. (NICOLAS DE MALEBRANCHE.1638-1715)
martes, junio 17, 2008
lunes, junio 09, 2008
De libros derrumbada
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